tengo alguien a quien querer,
por obligación y por gratitud.
por placer y por venganza.
por razones y porque sí.
por derecho propio.
por estar en movimiento y por aquietarme.
cuando quiero a esa persona,
siento que puedo querer también a muchas más,
sin condiciones y sin dádivas,
y que me enamoro de la vida,
del río, del árbol, de la mariposa,
del kiosquero de la esquina,
de la vendedora de la feria de los jueves.
una vez más, por vez primera…
he decidido quererme.
Me dijeron